Lucía Rivas
Hasta ahora me está gustando mucho la dinámica de las clases, aunque he de decir que no me sorprende mucho ya que muchos antiguos alumnos me habían comentado cómo era.
La verdad que me ha gustado estar en esta domus ya que la creó el grupo de mi hermano y fueron los“ganadores” de ese año y me ha dicho que tengo que intentar que de este año también lo sea.
Las clases de latín no son como las demás, ya que cuando nos toca comenzar una clase no ponemos
mucho empeño en llegar súper puntual, pero cuando toca latín… ¡nadie quiere que su domus pierda
puntos!
Hasta ahora lo que más me ha costado era realizar la traducción de las frases, ya que a pesar que haber
hecho muchas me seguía costando. Pienso que no es lo mismo que un profesor llegue y diga que abramos los libros, comience a leer el temario y que nos mande hacer un esquema, el hecho de llegar y dar apuntes explicarlos y seguidamente de esto hagamos juegos hace que se nos quede mejor. Por ejemplo, para conseguir la chuleta de la primera declinación hemos estado un rato haciendo pruebas y resolviendo preguntas, lo cual ha servido para aprendérnosla (o por lo menos yo) y así, a pesar de tener permiso para tenerla en el examen también me la se y en otras asignaturas no se me quedan tan fácilmente. Otro ejemplo puede ser el de inventarnos un ritmo para decir el verbo “esse” ya que a los minutos de hacerlo cada domus en voz alta, salimos un representante de cada casa para responder preguntas y conseguir puntos y cuando me lo preguntaron ya supe responder como era. Lo último que me quiero decir es que me gustaría realizar más frases ya que pienso que es la única dificultad de lo que llevamos dado.
En conclusión, hasta ahora me está gustando mucho y estoy aprendiendo rápidamente espero que siga así.
Marta Tosina
Este año hemos empezado a dar latín los alumnos de letras. Al empezar vimos un video que os puso nuestro profesor, Javi, en el que nos decía que era el César y nos animaba a luchar para ser “ciudadanos de roma”. Nos explicaba que nos dividiríamos en domus (casas) y que iríamos ganando y perdiendo puntos. Yo creo que con esto consiguió motivarnos bastante ya que a todos nos gusta competir y más si es con un premio final, como él nos dijo. En ese momento me di cuenta de que no iba a ser como una asignatura más, sino que aprenderíamos de una manera diferente, jugando y divirtiéndonos.
En otra clase hicimos un test para conocer que tipo de “gamer” éramos, que ayudaba a Javi a hacer las domus con personas con distintas cualidades y capacidades. Podías ser explorer, achiever, socialiser o killer. Mi resultado fue socialiser, pero la verdad es que no me sorprendió mucho, ya que a mi m gusta mucho hablar con las personas, conocer a gente nueva y trabajar en equipo.
Otro día Javi nos presentó las diferentes domus y nos dijo a cuál pertenecíamos cada uno. Me sentí muy contenta ya que me gustó mucho mi domus porque estaba con gente con la que me llevo muy bien y creo que todos trabajamos mucho y formamos un gran equipo. Nuestra domus es Pontus, que significa mar profundo y nuestro escudo el muy bonito y original.
En las siguientes clases comenzamos a hacer juegos. El primero fue el de Orfeo y Eurídice, en el que nos dieron un texto y teníamos que traducirlo a través de un vocabulario y con esto nos dimos cuenta de que en latín es imposible traducir sin conocer las declinaciones. En los días siguientes Javi nos fue enseñando las declinaciones mediante juegos y pequeños concursos. Hacíamos frases en el cuaderno y Javi recogía uno por domus y según como estuviera, nos daba más o menos puntos. También nos iba dando puntos según respondíamos a sus preguntas. Cuando Javi consideraba que estábamos lo bastante preparados, hacíamos un gran juego bastante elaborado y gracias a él, conseguíamos una “chuleta” para el examen. Los exámenes eran bastante sencillos, prácticamente como las frases que hacíamos en clase. Ahora mismo estamos viendo la tercera declinación, que me está pareciendo la más difícil.
La verdad que creo que es la manera de trabajar más correcta y efectiva que hay, o por lo menos que he probado. Creo que consigue que vengamos con ganas a clases de latín y que aportemos lo mejor de nosotros para que nuestra domus sea la ganadora.
Paula Deza. Pontus
Hoy, viernes 19 de octubre de 2018, hemos hecho una actividad en latín, la cual me ha llamado mucho la atención.
Cuando hemos llegado a la puerta de la clase de latín nos hemos quedado fuera junto al profesor para realizar una actividad. Esta consistía en ponernos todos en círculo, junto al profesor, el cual nos ha ido haciendo individualmente preguntas sobre los contenidos que hemos dado hasta ahora. Cuando alguien contestaba correctamente a una pregunta se quedaba de pie dentro del círculo,mientras que si fallabas la pregunta debías sentarte.
Las personas que quedaban de pie en el círculo tras la ronda de preguntas sumaban 5 puntos a sus respectivas casas, domus en latín . En la actividad las preguntas se responden individualmente, no se podían ayudar los miembros de las domus entre ellos.
Esta actividad me ha servido para darme cuenta de lo que realmente sabía sobre lo dado en latín. La actividad ha sido realizada justo al principio de la hora, por lo tanto no teníamos tiempo para repasar los contenidos, era una prueba para ver lo que realmente habíamos ido aprendiendo en la asignatura día a día y gracias a los juegos que hacemos. Esto supone ser conscientes de si realmente prestamos atención en las clases y nos quedamos con las explicaciones.
Creo que realmente todas las actividades y juegos que hacemos en las clases de latín son útiles, ya que siempre tratan de lo mismo aunque todos son diferentes y entretenidos, por lo tanto repasamos los contenidos en todas las clases. El hecho de repasar los contenidos en todas las clases significa que no es necesario estudiar en nuestra casa, ya que generalmente antes de un juego javi nos deja repasar los contenidos e ir escuchando las respuestas de todos los compañeros y de las correcciones del profesor nos ayuda.
En conclusión es una actividad diferente que nos ayuda a darnos cuenta de lo realmente sabemos y vamos aprendiendo.
Marina Cid.
Voy a hacer la metacognición sobre la clase de latín del viernes 19 de octubre.
Lo primero es que yo no he estudiado la materia en mi casa desde que empezamos con la primera declinación; todo lo que sé lo he aprendido durante las clases desde que empezó el colegio en septiembre gracias a los juegos interactivos realizados en clase todo ese tiempo.
La clase de ese día empezó de una manera mucho más diferente a como suele empezar siempre. En vez de entrar en el aula y sentarnos en las mesas por grupos de las casas, nos quedamos fuera de la clase formando un círculo entre todos. El juego consistía en que el profesor nos iba haciendo preguntas a cada uno, y el que la respondiera mal quedaba eliminado. Los 4 últimos alumnos que quedaran ganaban puntos, y dichos puntos iban destinados a sus respectivas casas. Yo fui una de las 4 finalistas así que mi casa, PONTUS, sumó hasta tener 57 puntos. A lo largo de ese día fuimos ganando más puntos y llegamos al total de 76.
Esto me ha servido para repasar el temario, pues yo dije todas mis preguntas correctamente, y mientras le preguntaban a los demás compañeros, yo iba pensando las respuestas, y prácticamente todas coincidían con la solución. Es una manera de repasar lo que hemos aprendido y comprobar que se puede aprender sin estudiar. Una habilidad que he podido mejorar ha sido responder las preguntas de forma rápida.
Aprender latín con estos métodos es muy útil porque tienes asegurado que en un futuro vas a poder recordar la lección fácilmente sin mucho esfuerzo. Una finalidad puede ser viajar. En muchos monumentos de ciudades antiguas hay cosas interesantes escritas en este idioma y estaría muy bien poder entenderlas. Otra utilidad: los estudios. Aquellas personas que lleguen a estudiar esta lengua, tendrán más facilidad de aprenderlo.